Dialogamos con Valeria, esposa del acusado policía Maximiliano Celiz por el asesinato del joven Álvaro Zarandón hace 8 años atrás y nos cuenta que “estábamos preparados para enfrentar un juicio el día 05 de Abril en la ciudad de Rio Cuarto y la verdad es que llegamos y la situación fue lamentable porque ésta gente había hecho una mala organización de lo que era la jornada y llegamos allá y nos encontramos con un escenario que no era el que nosotros teníamos planeado”.
“El trato, la humillación, es la acumulación de un montón de cosas. Nosotros no queremos que no inicie el juicio o que lo queremos evitar, todo lo contrario, nosotros fuimos preparados a Rio Cuarto para quedarnos porque sabíamos que íbamos a tener un juicio, y queremos que sea como sea, no a medias”.
A su vez también Valeria nos comenta que la causa nunca se reabrió, sigue con la misma imputación desde hace ocho años, que es la imputación que hizo el Fiscal de Laboulaye y con un único “culpable”, Maximiliano, lo cual no tienen ninguna prueba para confirmarlo y que es por eso lo habían absuelto y declarado inocente, lo dijo la Justicia, lo dijo el Jurado, lo dijeron los Jueces.
“Cuando no saben qué hacer porque no tienen argumentos para culpar a Maxi, nos hacen pasar un mal momento”, cuenta Valeria, “los 20 testigos que había eran los que podían culpar a Maxi, los otros 80 testigos que podían defenderlo, no fueron llamados al juicio”.
La Fiscalía de Rio Cuarto, decide anular el juicio a raíz del pedido del abogado del policía que solicitaba la presencia de todos los testigos y no solo de algunos pocos.
“El juicio se va a suspender hasta nuevo aviso” fue toda la información que nos dieron el día Lunes en la fiscalía ante la situación vergonzosa.