La primera de las empresas en implementar desde la medianoche los nuevos precios fue YPF -que controla casi el 57% del mercado-, al disponer en todo el país un incremento del 1% en naftas y 1,9% en gasoil como resultado del impacto de la decisión de la Secretaría de Energía sobre el precio de biocombustibles.
Las demás petroleras, seguidas en participación de mercado por Raízen -licenciataria de la marca Shell- y Axion, también se aprestaban a reflejar el incremento en sus redes de estaciones de servicio.