El IPET N° 100 “María Benita Arias” es una escuela Secundaria Pública de Modalidad técnica que forma técnicos en Industria de los Alimentos, ubicada en la ciudad de La Carlota, con una densidad poblacional que alcanza los 14.483 habitantes y cuya principal actividad económica gira en torno a la producción agropecuaria. Es por ello que el IPET N° 100 está muy ligada no solo a Empresas de Alimentos sino también y fundamentalmente, a productores agrícolas de la localidad, la zona y a empresas agropecuarias, con quien comparte algunos proyectos, ya que ellos son los que aportan la materia prima para darle valor agregado.
Actualmente, la matrícula del colegio secundario es de 182 alumnos y hace unos años se propuso equipar los diferentes entornos formativos a fin de poder brindar más horas de práctica a los estudiantes de los últimos años, incluyendo un proyecto de conformación de cooperativas escolares, ya que hay un porcentaje del alumnado que pertenece a sectores vulnerables y se transforma para ellos en una oportunidad de ascenso social.
En este sentido, los estudiantes se forman en competencias que tienen que ver con su perfil de TÉCNICO EN INDUSTRIA DE LOS ALIMENTOS desarrollando habilidades en el paso por estos entornos formativos que son de producción basado en harinas, producción de dulces, mermeladas y preparación de leche fluida que incluye la elaboración de quesos, dulce de leche y prontamente la comercialización de una leche pasteurizada en envases retornables y sustentables.
El director del colegio, Darío Riva, resaltó: “Venimos trabajando desde hace un tiempo en fortalecer aquellos entornos formativos, específicamente que tiene que ver con la producción de quesos y queremos incorporar leche fluida fresca y pasteurizada en envases sustentables para la venta, por otro lado, un sector de laboratorio, equipado con tecnología de avanzada, donde se realizan todos los análisis de calidad; y por último un sector dedicado a la producción de dulce de leche y pastas caseras”.
“Tenemos un porcentaje importante de la población estudiantil que una vez finalizado el secundario, alrededor de entre 15 y 20 alumnos por año; no accede a estudios superiores y generalmente busca empleo, y esta es una oportunidad de salida laboral importante a la que queremos darle un marco dentro del cooperativismo”, remarcó el docente; y agregó: “A partir de ahí, que ellos puedan tener un primer trabajo en un formato de cooperativa y desde ahí crecer, para que luego puedan independizarse y crear su emprendimiento propio”.
Otro elemento a considerar en la formación, es el de las acciones formativas desarrolladas en el Laboratorio, el cual cuenta con un gran equipamiento y que permite afianzar conocimientos referidos al control de la calidad de la materia prima y del producto resultante en cada uno de esos entornos.